Actúa como un espejo de la luz interior que se encuentra dentro de todos nosotros. Es el espejo de nuestra alma.  La labradorita aviva remotos recuerdos dormidos. (Cristales que curan. Jane Ann Dow).

Es una piedra altamente mística y protectora, portadora de luz. Eleva la consciencia y conecta con las energías universales. Esta piedra desvía las fuerzas no deseadas del aura e impide los goteos energéticos. Puede llevarte a otros mundos o a otras vidas, siendo una piedra de sabiduría esotérica que facilita la iniciación a los misterios. Esta piedra estimula la intuición y los dones psíquicos, incluyendo el arte de saber elegir “el momento justo”.

Es una buena compañera para atravesar los cambios que imparten fuerza y perseverancia. Una piedra de transformación, prepara el cuerpo y el alma para el proceso de ascensión.