La pirita de hierro es un excelente escudo energético. Bloquea y corta el paso de la energía negativa a todos los niveles, incluyendo las enfermedades infecciosas. Cuando se lleva puesta alrededor del cuello, protege todos los cuerpos físicos sutiles, desviando los peligros.

La pirita es una piedra muy positiva, permite superar la inercia y los sentimientos de inadecuación. Facilita el contacto con las propias habilidades y potenciales, estimulando el flujo de las ideas. Una pieza de pirita de hierro puesta sobre un escritorio energetiza el área que la rodea. Ayuda a planear granes conceptos comerciales. Esta piedra enseña a ver lo que está detrás de la fachada, y fomenta la diplomacia.

La pirita alivia la ansiedad y la frustración, y potencia la autoestima y la confianza. Es ayuda para los hombres que se sienten inferiores., pues fortalece su confianza en sí mismos y en su masculinidad, pero puede que sea demasiado poderosa para los hombres “macho”, pues, tenderá a iniciar la agresión. Ayuda a las mujeres a superar la actitud servil y el complejo de inferioridad.

La pirita acelera la actividad mental, pues incrementa el flujo sanguíneo al cerebro. Mejora la memoria y el recuerdo. La pirita cúbica en particular, expande y estructura las capacidades mentales, equilibrando el instinto con la intuición y la creatividad con el análisis.

Emocionalmente la pirita es útil en casos de melancolía y profunda desesperación. A nivel físico incrementa la energía y permite superar la fatiga. Detiene las fugas energéticas del cuerpo físico y del aura. (La biblia de los cristales. Judy Hall).