Protege contra las radiaciones de los teléfonos móviles, la bruma electromagnética, la radiación, el ataque psíquico, los encantamientos y malas voluntades, y las energías negativas de todo tipo. Conectada con el chacra básico, asienta la energía e incrementa la vitalidad física, dispersando la tensión y el estrés.

La turmalina negra (chorlo) limpia los pensamientos negativos, fomentando una actitud relajada y la neutralidad objetiva, con proceso de pensamiento claro y racional. Promueve una actitud positiva, sean cuales sean las circunstancias y estimula el altruismo y la creatividad práctica.

Póntela alrededor del cuello o sitúala entre tú y la fuente de radiación electromagnética. (La biblia de los cristales. Judy Hall).

Tiene el don de neutralizar la energía negativa debida a excesiva emocionalidad (ira, temor, resentimiento) en el cuerpo etérico o en el entorno físico. Se dice que ha tenido mucho éxito para calmar a niños hiperactivos. (Cristales que curan. Jane Ann Dow).

La turmalina enraíza la energía espiritual, limpia y equilibra todos los chakras y forma un escudo protector alrededor del cuerpo.

Es una piedra chamánica que aporta protección durante los rituales. Es una útil herramienta de sanación. Limpia el aura, retira bloqueos, dispersan la energía negativa y apuntan soluciones para problemas específicos.